Algunos empresarios llevados por su instinto, se jactan de ser emprendedores y capaces de salir adelante en cualquier negocio... hacen inversiones y canalizan esfuerzos en lo que creen que será un buen negocio y no pude negarse..... algunas veces les va bien.... pero, si miráramos un poco más de cerca, podríamos encontrar que son más las veces que se han equivocado, que las veces que han acertado y, que si se comparan de analíticamente los resultados económicos, son más las pérdidas que las ganancias.

La verdad es que una empresa requiere unos procesos administrativos y organizacionales que permitan que ésta cumpla con el propósito fundamental de su creación..... con su razón de ser básica: La producción de riqueza, el crecimiento o, en todo caso, la expansión.

No es que algunos ejecutivos sean incapaces, que desconozcan su trabajo o sean ineptos..., sencillamente desconocen algunas cosas con respecto a cómo hacer que las cosas vayan bien ... cómo conservarlas y cómo mejorarlas de manera continua, además de, saber con certeza, qué hacer cuando un negocio ha llegado a ubicarse en encumbradas posiciones, con grandes utilidades y poderlo sostener allí y evitar su caída.

Es válido recordar que no es lo que se hace lo que está mal en casos de pérdida ...., es lo que se deja de hacer.