En todo caso siempre esperamos que el año haya sido bueno para
todos, sin embargo y definitivamente lo cierto es que es un mes de
alegrías y tristezas. Diciembre se convierte en el período en que
aquellos que lograron sus metas celebran y quienes no, lo lloran.
Es la vida, es el ciclo, es en todo caso el reconocimiento
de una continuidad inefable.
También es el mes en que muchos se gastan el dinero que ganaron
durante todo el año, lo ahorraron y ahora lo gastan y, comienzan de
nuevo en el mismo proceso para el siguiente año. Algunos se gastan
lo que no lograron hacer, a través de sus tarjetas de crédito que
después aumentan su carga y estrés porque además del pago de las
deudas adquiridas, deben producir lo que tendrán que gastar en el
próximo Diciembre. Para otros que sólo miran pasar el tiempo, sin
propósitos y sin esperanzas, es sólo un mundo de locos.
Es bien conocido el tema de los suicidios por estos días. Personas
que perdieron sus hogares, hijos abandonados, esposos fracasados,
empresarios quebrados, niños y jóvenes que pierden en sus estudios,
optan por parar el ciclo quitándose la vida. Pero lo que es
cierto es que sean cuales sean las experiencias que se hayan
vivido, buenas o malas, es necesario fortalecer el alma,
respirar profundo y levantarse embebido del poder interior en la
fortaleza de su espíritu para enfrentar y derrotar a las
adversidades e impedirles que vuelvan a nuestras
vidas.
Sólo una decisión firme y empoderada puede cambiar el rumbo de la
vida y el poder está en el interior de cada uno. No hay razón para
detener el ciclo ante el fracaso, pero si hay razones suficientes
cuando observamos a nuestros seres queridos, hijos, hijas, esposa,
esposo, novio, novia, incluso empleados en muchos casos; para
seguir en el juego de la vida con un propósito ¡Ser ganador!, Si
tienes mentalidad de ganador, ¡ganarás!, si tienes mente de
guerrero, ¡triunfarás!, si tienes fe ¡Verás tus propósitos
realizados!, sólo si tienes fe y haces lo correcto para
alcanzarlos. Que tus pensamientos, sueños, ideas, postulados;
compaginen con la acción.
Es la única manera de cerrar el abismo que hay entre el fracaso y
el éxito. Apreciados lectores, les deseo lo mejor del mundo,
regocijo mi alegría entre aquellos que lograron sus metas y entrego
la profundidad de mis deseos para que quienes no, lo hagan en
tiempos venideros. ¡Tan rápidos como ustedes lo decidan! Aférrate a
tus ideales y no des tregua para convertirlos en
realidad.
¡Feliz Navidad 2014... y Próspero Año 2015! para
todos.
