Definitivamente se debe cambiar el proceso de pensamiento y actuación acerca del dinero y admiro a quienes se han bajado del tren de la escasez, pobreza, miseria e imposibilidad, tomando el de la posibilidad, esperanza, actividad, el ¡sí puedo!, ¡vamos a salir adelante! 

La fe y búsqueda constante de la superación y el éxito económico. Nuestros hijos y las futuras generaciones aprenderán entonces a ver la vida de manera positiva y alcanzable. Es decir, para escapar del fracaso económico, no debe hacerse un estudio de la pobreza, ni darle a esta el poder de una identidad controladora;  debes concentrarte exclusivamente en lo positivo, en enriquecernos, condicionando la mente para liberarla de las fallas económicas y hacerla encontrar el camino hacia arriba. 

¡Lo lograrás!