Es indiscutible que la palabra marca el destino de la humanidad. No es un juego simple el pensar, hablar o escribir. Esto es algo divertido que hay que tomarlo con mucha seriedad; pues no hay hecho sobre la faz de la tierra que no haya sido pensado antes, no existe nada en lo material que no haya sido ideado antes y, como básicamente pensamos en imágenes, entonces allí está el secreto. Lo que se piensa, se materializa. 

Así que no te extrañes cuando veas cosas que en la vida real y material se manifiestan en tu vida, no te extrañes por el éxito o el fracaso…. lo has estado construyendo en la medida, a la velocidad y con la misma fuerza y solidez de tus pensamientos. Mira a tu alrededor en el cercano entorno de tu propia vida; hay algo allí que no hayas pensado en algún momento de tu vida y deseado con tal empeño que finalmente lo vez materializado? Acaso hay en tu horizonte algo que exista que no haya sido pensado por alguien previamente?.

El éxito económico como la pobreza ¿Cuál es tu estado? Tú lo sabes. Cómo piensas acerca del dinero? Acaso dices “Me irá bien es esto o aquello”, “Voy a salir adelante”, “Nada puede detenerme en mi carrera por el éxito”, “El límite es el cielo”, “Puedo lograr todo lo que me propongo en todas direcciones”, o tal vez navegas en un mar de pensamientos como “No hay dinero que alcance”, “No se consigue trabajo”, “Esto cada día está peor”, “No hay para esto o, aquello”, “Ya los ricos están completos”, “La maldita vida que llevo”?

Es la palabra, es la respuesta, eso es. Construyes en torno a ti y a tu mundo o te autodestruyes; avanzas o te amarras tú mismo,  respiras profundo y enderezas tu espalda alzando el pecho para tomar la vida con toda la fuerza de tu espíritu para alcanzar tus propósitos o, ¿Te despiertas en la mañana con la actitud del perdedor, encorvada tu espalda y deprimida tu alma, entregándote en los brazos del fracaso para ser uno más del montón, intrascendente e inutilizado por la mala dirección de tus pensamientos, enviando día a día el mensaje equivocado al universo?  Recuerda que sólo el flujo que sacas, es el que recibes y, cuando tu flujo es positivo, regresa a ti doblado en poder y, si es negativo, igual. Es como cuando tomas una cuerda, la atas en una parte alta, amarras un objeto pesado en un extremo y lo lanzas… cuando regresa, viene con más fuerza de la que iba, ves? Ese es el efecto y así es el resultado. Lo que eres, es lo que piensas, dices o escribes. ¡Tu decides!.