Hablemos de Dinero (Parte 3)
Por:
Armando Chavarro
Continuamos con el tema que nos ha
unido en los dos artículos anteriores. El éxito financiero se
traduce en alcanzar tus objetivos económicos. De tal modo que
te insisto, sé realista; y pon claro en tu mente cuáles son tus
fines, tus propósitos en cuestión monetaria, antes de embarcarte en
la búsqueda de dinero.
No se trata de que establezcas una
meta en este momento, aunque si lo haces, ¡Genial!, pero en
principio sólo medita en ella, recrea tu mente, piensa en
eso. Y piensa seriamente porque … ES TU VIDA.
Ahora, no cometas el error de
considerar que no tienes oportunidad de conseguir tu independencia
económica, porque estás en un trabajo determinado o porque sientes
que estás en una situación interna bien definida o, porque los
ricos están hechos, o porque es una utopía pensar en enriquecerte
“a estas alturas de la vida”, o porque estás en una posición donde
los sueldos son muy bajos y los costos de la vida altos.
Recuerda, si sabes, si logras definir lo que quieres y crees de una
manera realista que puedes conseguirlo, has dado entonces el
paso más importante hacia la riqueza.
No lo olvides, tú no tienes más que
una vida y… ES TU VIDA. Así que haz lo que puedas para
enriquecerla; nadie más que tú puedes juzgar acerca de cuánto
dinero o éxito económico necesitas o, precisas para llegar a ser
económicamente independiente. La ruta que seguirás estará,
definitivamente, determinada por tus acciones, por los hechos
y debo insistir, por tu mente orientada hacia el dinero.
Entre otras cosas, inciden tu carácter, la chispa que hay dentro de
ti, tu deseo y fuerza interior, tu valor – y recuerda que el valor
es la habilidad que tienes para tomar una cosa en el principio y
llevarla hasta el final .. lo comienzas, lo terminas-, tu
determinación y sentido de perseverancia, así como la pasión que
imprimas a tus sueños y esperanzas; todo esto es lo que decidirá,
no si ganas o pierdes, sino cuánto. Recuerda que no puedes
perder, sino tienes nada que perder.
El fracaso no existe, sólo en la
ausencia o la pérdida del valor en un punto de la vida. Nos
vemos en la próxima entrega.
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