Entonces, el primer paso es preparar y acondicionar la mente para liberarla de las fallas económicas y hacerla encontrar el camino hacia arriba. Empieza por conquistar la ignorancia y la apatía. Los fracasos son la gran escuela, una gran enseñanza. ¿Por qué? Porque enseñan lo que no se debe hacer. A partir de ahora, con intensidad haz lo opuesto a lo que hiciste en tus fracasos.  Debes hacer un inventario de todo lo que hiciste que condujo al fracaso; malos hábitos, intención, uso del tiempo, poca perseverancia, prejuicios, falta de claridad en tus objetivos y demás. Sólo tu puedes identificar tus acciones.

La mayoría de las personas programa su vida copiando la de quienes le rodean y a aquellos a quienes observa constantemente; o sea, hace lo que hace todo el mundo en derredor suyo. Como dice el dicho “Para dónde va Vicente?... Para donde va la gente.” Tú debes hacer exactamente lo opuesto, en tal sentido que te ocupes vehementemente en la búsqueda de tu éxito económico. Archiva el pasado y empieza a evaluar lo que puedes hacer ahora y en el futuro, en función de tu éxito.