Sigo profundamente conmovido por la forma como vienen tratando a
niños y a jóvenes, como consecuencia de su bajo rendimiento
académico.
Los padres y los profesores siguen confundiéndose y, la
psicología y la psiquiatría etiquetando y ordenando exámenes
neurológicos o, formulando drogas por medio de las cuales se puedan
tranquilizar y socializar a éstas personitas cuyo único problema
realmente es la falta d comprensión de sus materias de
estudio.
Por favor, padres de familia, esas vías no conducen realmente a
ninguna solución. Eso que han dado en llamar hiperactividad, más
que un problema, es una virtud en los niños... no te preocupes
nunca cuando veas a tu hijo correr, saltar, jugar, hablar de manera
aparentemente incansable. Preocúpate y preocúpate mucho,
cuando observes a tu hijo o a tu hija, quietecitos, calmados,
sentados en una silla en la visita, sin participar, sin decir nada,
sin opinar, introvertido y sin entusiasmo...
Y eso no es todo, además de esas actitudes, muy probablemente veas
también un niño que, si antes se mostraba inquieto en las aulas y
en el hogar, haciendo tareas a la carrera y de pronto hasta
mal hechas, ... tal vez puedas ver a un niño o joven irascible,
malhumorado, perezoso y sin ánimo hacia el estudio y con unas
cuantas manifestaciones más de conducta y disciplina
irregular.
No apaguemos la luz de nuestros hijos con prácticas extremas como
esas. No induzcamos a nuestros hijos a la fármacodependencia por
problemas educativos.
La solución real está en ofrecerles una adecuada capacitación en
materia de comprensión y aplicación de temas. Enseñarles a nuestros
hijos cómo aprender, enseñarles cómo estudiar, entregarles esas
herramientas a niños y jóvenes aún a nosotros como los adultos, es
salvaguardar la racionalidad, la cordura y la vida de la
humanidad.
Armando Chavarro
Escritor-Humanista - Conferencista y Coach Familiar, Social y
Empresarial
Experto en Tecnología de Estudio
e-mail: consultor@armandochavarro.com
