El Trato con
los Estudiantes
Siempre
me causan curiosidad ciertos comentarios de algunos padres de
familia, de algunas madres, sobre lo que sucede con sus hijos o lo
que les pasa en sus centros de estudio.
Una madre comenta: "No sé que hacer, estoy desesperada y es
que a mi hija se la han velado en ese colegio ... todas las cosas
malas parece que las hiciera ella y es como si no hubiera otros
niños a quienes culpar cuando sucede algo o hacen algún
daño.
Es bien cara la pensión yo pago $500.000 (USD$250) mensuales de
pensión y aparte de eso, tuve que pagar un bono, que ahora le
llaman en algunos colegios donación voluntaria para la asociación
de padres, por $2.500.000,oo...(USD$1.250) bueno, ni tan
voluntaria, dicen la señora ... porque si no la hubiera dado, no me
hubieran recibido a mi hijo" .... y unos cuantos comentarios
más.
El asunto es que aún se estila en muchos establecimientos
educativos la represión, el sarcasmo, las críticas mordaces y la
supresión general a los estudiantes.
Muchos educadores presuponen que los niños deben comportarse de
manera correcta en todo momento. Que deben ser inmaculados, que no
debería cometer errores, porque "Ellos saben lo que hacen, no son
ningunos bobos"... dicen.... Y cuando los padres hacen
reclamaciones al respecto, procurando tener explicaciones, alguna
de las respuestas es: "yo no sé porque los padres vienen a
reclamar, creyendo que sus hijos son unos santos" y... bueno,
eso es cierto .... ni los niños ni jóvenes son ningunos santos ...
de hecho, no son santos, a excepción de los que llevan ese apellido
.. El asunto es, de por qué entonces muchos educadores pretenden
que ellos actúen como santos .... eso es lo que no es
comprensible.
La educación implica la guianza, la oritientación, la capacitación,
el adoctrinamiento adecuados incluso en los aspectos humano como
espiritual. Incluso en eso, además de la enseñanza académica.
Es muy importante que los padres contribuyan, pero en todo caso,
son los educadores los que están entrenados para ello. Si los
padres estuvieran entrenados para la educación de sus hijos,
entonces no serían necesarios los planteles educativos; así de
sencillo es. La vida, puede ser mejor, realmente, la vida es
bella. Intentemos señores docentes, apóstoles de la vida,
humanizarnos un poco más y descubrir su
sencillez. Consúltanos...
